Se encuentra ubicado en la calle Jirán Camaná, cerca de la plaza de Armas.
El precio es 5 soles para adultos y gratis para niños menores de 5 años.
Lo más destacado de la Basílica y convento de Santo Domingo
Exterior
El exterior de la iglesia se encontraba cubierto originalmente por almohadillado, tal como se puede apreciar aún en la base del campanario. Una portada primitiva, de dos cuerpos y tres calles, fue labrada en la segunda mitad del siglo XVII. En años posteriores se levantaría una nueva portada a causa de los sismos que destruyeron la iglesia.
El aspecto actual de la iglesia se debe en buena medida a los trabajos de reconstrucción tras el terremoto de 1940, que supusieron la aplicación de cemento en las paredes y la restauración de la portada, que, como la fachada de la iglesia, había sido modificada en la segunda mitad del siglo XIX cuando las paredes del templo fueron recubiertas con un acabado de ladrillo.
Campanario
El primer campanario de la iglesia, de estilo barroco y de tres cuerpos, fue diseñado junto con la iglesia por el alarife Diego Maroto en la segunda mitad del siglo XVII, y se destruyó durante el terremoto del 28 de octubre de 1746.
La actual torre fue concebida y diseñada por el Virrey Manuel Amat y Juniet en 1766 en el estilo rococó, siendo en la parte baja de forma octogonal. Está dividida en un cuerpo inferior y dos cuerpos altos con pequeños balcones sobre ménsulas. En la cúspide se sitúa la escultura de una figura sosteniendo una trompeta, representando al ángel que anuncia el Juicio Final. La altura total es de 46 metros, y se considera uno de los elementos más característicos del conjunto religioso. La base de la torre aún conserva el almohadillado que una vez recubrió la fachada de la iglesia.
Descripción de su interior
La iglesia está dividida en una nave principal cubierta por fálsa bóveda de crucería y dos naves laterales de capillas interconectadas y cupulines, en las cuales también está la portada lateral de la iglesia, el acceso a la torre y, al lado de la epístola, una entrada al claustro principal del convento. La nave principal posee una entrada adicional a los pies antecedida por el nártex (espacio donde se daba instrucción religiosa a los indígenas o a los que no estaban bautizados), sobre el cual se encuentra el coro alto de la iglesia.
Coro
En el coro de la iglesia se encuentra la que es considerada la sillería más antigua del país. Trabajada totalmente en madera de cedro traída de Nicaragua, es de estilo Renacentista, con elementos manieristas.
Tiene dos juegos de sillería: el del primer nivel fue esculpido contemporáneamente, con el diseño basado en el antiguo. Los originales están en la parte posterior, teniendo en el respaldo tallas de santos y otros personajes bíblicos. En la parte central de la sillería se encuentra el asiento principal del Prior del convento, con tallas de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asis fundadores de Los Dominicos y Los Franciscanos, respectivamente. La sillería del coro fue tallada por varios artistas.
Nave
Como se mencionó anteriormente, el recinto está formado por tres naves, de las cuales las laterales se encuentran compuestas por capillas en las que se ubican varios retablos. Por la portada lateral de izquierda a derecha encontramos los siguientes retablos o altares: Al lado del Evangelio, los retablos de San Jacinto de Polonia, San José, Santo Domingo de Guzmán y Nuestra Señora del Rosario; y en el lado de la Epístola aquellos de los Santos Peruanos, las Áminas, Santo Tomás de Aquino, el Sagrado Corazón de Jesús, Capilla del Señor de la Justicia y la Capilla de la Cofradía del Rosario.
El más importante es el Altar de los Santos Peruanos, de estilo neoclásico, ubicado en el transepto derecho de la iglesia. En el centro se halla la imagen de Santa Rosa de Lima, al lado izquierdo esta San Martín de Porres y a la derecha San Juan Macías, que a pesar de haber nacido en la península Ibérica, es considerado peruano porque desarrollo su vida religiosa en Lima. En la parte inferior de estas imágenes se encuentran relicarios en donde reposan los restos de cada santo mencionado anteriormente. En la zona inferior del altar se encuentra una escultura de Santa Rosa de Lima, realizada por el artista maltes Melchor Caffá en 1669, por encargo del Papa Clemente IX para obsequiarla a los padres Domínicos por su beatificación.
En el transepto izquierdo se encuentra el retablo dedicado a la Patrona de Lima y titular del Templo, Nuestra Señora del Rosario. De estilo neoclásico, conserva en su hornacina principal la efigie de esta advocación «que fue la primera de este Reyno». Según la tradición fue obsequiada a Lima por el Rey Carlos I de España y V de Alemania. Fue objeto de especial veneración por Rosa de Lima y Martín de Porres, entre otros, y fue coronada solemnemente el año 1927.
Presbiterio
El altar es de estilo neoclásico con decoración en turquesa y oro.
Historia
La construcción del templo y el Convento de Santo Domingo llevó unos 50 años. Su construcción se inició durante la fundación de Lima y concluyó a fines del siglo XVI. Fue el provincial Fray Tomás de San Martín, quien comenzó a llevar a cabo la construcción del primer templo de la Orden, siendo posteriormente el superior Fray Sebastián de Ayllón quien recibió ayuda del Rey, dando término la obra en el año de 1578.
La primera edificación quedó destruida totalmente por el terremoto de 1678. A cargo del alarife dominico Diego Maroto se erigió una nueva iglesia y se reconstruyó el convento, que antes del terremoto de 1687 contaba con seis claustros y varios patios de servicio. Se reedificó la iglesia desde el crucero hasta el coro, se cambiaron los arcos y se amplió el número de ventanas. Como resultado, el templo adquirió amplitud, sencillez y uniformidad. Los materiales empleados en la construcción fueron el adobe, ladrillo y calicanto, entre otros. La quincha sirvió para aligerar el peso, hacer más flexible la estructura y aumentar la resistencia a los terremotos, tan frecuentes en esta región.
Tanto el terremoto de 1687 como el de 1746 requirieron nuevas modificaciones en el conjunto, como la reconstrucción de la torre, la portada principal de la iglesia y parte del convento, que incluyó cambios en la distribución de los claustros, que es la que actualmente se puede apreciar.
La iglesia fue elevada a la categoría de Basílica Menor en 1930. La estructura del templo fue dañada diez años después por un terremoto y reconstruida en los años posteriores. Años más tarde se perderían diversos ambientes y la huerta del convento, al demolerse la sección norte de la manzana, que daba al río Rímac.