Prepárate para recorrer un tramo del camino inca, cuevas prehispánicas y un paisaje lunar con más de 80 géiseres. Un espectáculo natural asombroso que pocos conocen.
20 de octubre de 2022.
Si existiera una lista de los lugares más asombrosos del Perú, el Valle de los Géiseres de Candarave merecería ser incluido. Este destino ubicado a 4 horas de la ciudad de Tacna, es famoso por albergar más de 80 géiseres, o fuentes termales de origen volcánico, que producen chimeneas y chorros de agua hirviente que salen de la tierra y lo hacen parecer de otro planeta.
Estamos a 4.400 metros de altura, en el Área de Conservación Regional Vilacota-Maure y desde el auto vemos algunas humaredas. Bajamos emocionados a la altura de La Olla del Diablo. Nos recomiendan no acercarse. El agua, que cada cierto tiempo salta de entre las piedras, tiene una temperatura tan alta que se puede sancochar huevos en su interior. “Aunque no es recomendable hacerlo y mucho menos comerlos, por la concentración de minerales que existe”, explica a Vamos la presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora) Tacna, Mey Mori.
Decenas de fotos y videos después, vemos el Ojo del Ángel, el más espectacular del Valle de los Géiseres. Una poza de aguas turquesas, con un borde dorado formado por minerales, que nos deja sin aliento por su belleza y gran tamaño. No hay foto ni cámara que le haga justicia. Tienes que viajar para verlo.
El último punto en el Valle de los Géiseres es la Laguna Azul. Otra impresionante fuente termal de aguas turquesas en la que provoca sumergirse. Pero no se puede. Para darse un baño relajante están las piscinas termales que los pobladores de la zona han habilitado, aprovechando el agua del río Calientes.
En las oficinas de IPerú del centro de Tacna nos adelantaron que la mayoría de viajeros llega en busca de información sobre los géiseres. Tras la visita entendemos el interés y es que se trata de una maravilla natural que todo peruano debe conocer.
Sin embargo, este no es el único atractivo que tiene la sierra tacneña. El día anterior conocimos lo mejor de la provincia de Tarata. Salimos temprano y nos detuvimos en el mirador de la Apacheta, el punto más alto de la ruta (3.515 m.s.n.m.), desde donde se ven los volcanes Tutupaca y Yucamani. Un lugar en el que se acostumbra formar montículos de piedras para pedir un deseo. Hacemos lo propio y continuamos la ruta.
Las curvas nos conducen a Tarucachi, uno de los ocho distritos de Tarata, que desde el 2019 luce murales pintados en las casas aledañas a la plaza. Los artistas son los estudiantes y docentes de la Escuela de Formación Artística Francisco Laso, quienes buscan impulsar el turismo con su arte.
El nombre del lugar se debe a las tarucas o venados andinos que habitan en la zona, donde otro imperdible es la iglesia de San Pedro y San Pablo, que es Patrimonio Cultural de la Nación.